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Personaje

Denisse Abudinén, la exploradora de Enap en Egipto

Denisse Abudinén, la exploradora de Enap en Egipto

Es la gerenta general de Enap Sipetrol, la filial que explora y explota crudo y gas de la estatal chilena. En 2021 se fue a vivir a El Cairo, Egipto, donde negoció un segundo bloque de exploración, esta vez en el Canal de Suez, el lugar más icónico y donde nació la historia petrolera del ex país faraónico.

Por: Nicolás Durante | Publicado: Sábado 3 de junio de 2023 a las 21:00
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Primero fueron las dudas de cómo saludar. Si en Egipto una mujer no saluda a un hombre, éste tiene prohibido acercarse. Luego, poner fin a las faldas y usar siempre pantalones. Después, el trato. En un país conservador las canas y la validación es clave, pero Denisse Abudinén es mujer, no tiene canas y es la gerenta general de la filial de exploración de petróleo de la chilena Enap, Sipetrol. No fue fácil, pero lo logró. 

“Al principio saludaba más efusivamente, como buena chilena, pero ya ahora doy la mano más relajadamente. Y con autoridades ese apretón de mano ayuda a romper barreras, y permite negociar mejor. Ahora hasta les lanzo chistes para romper el hielo”, cuenta al otro lado de la cámara, desde El Cairo, Egipto, donde son las 6 de la tarde. Se nota que afuera hace calor. 

Aunque allá todos se tratan por su cargo o profesión o de “Mister”, si son mayores, a ella siempre le dijeron Denni. Abudinén cuenta que llegó al país que une África con Asia en 2021 porque en ese país es donde Enap está poniendo buena parte de las fichas para crecer en exploraciones. Tiene un presupuesto de US$ 1.080 millones para los próximos años para profundizar los mercados donde está y buscar otros nuevos. 

“Al final en Egipto era un buen recordatorio de marca. El sesgo de ser mujer no pesó tanto al final, fue hasta casi favorable. Somos una empresa chica aquí, pero en cada reunión me identifican al tiro: ‘Ah, ella es la chilena de Enap’”. Ahora ya son cuatro las mujeres gerentas de filiales petroleras de diversos países presentes en El Cairo. 

El camino de Enap Sipetrol comenzó en 1990, cuando la estatal definió que debía salir de Chile y replicar los trabajos de exploración y explotación que había comenzado en los años ‘70 en Magallanes con el gas. Desde entonces, la empresa ha estado en países como Colombia, Venezuela, Brasil, Argentina y Egipto, y se trató de entrar a Libia, instaló bases en Estados Unidos para explorar el mercado latinoamericano y en Londres para mirar el norte de África y Medio Oriente. 

Ahora son la empresa más importante de explotación de crudo en Ecuador, donde tienen tres bloques; en Egipto acaban de sumar un segundo lugar en el Canal de Suez, donde partió toda la historia petrolera del país, y que fue negociado por Abudinén. Mientras que en Argentina, las concesiones terminan en 2027, con opciones de extensión hasta 2042, y justo ahora están revisando ambas concesiones para ver si van a renovar o no. 

En un día, en Egipto, Ecuador y Argentina, la estatal chilena Enap produce 41 mil barriles equivalentes de crudo y gas. Los pozos petroleros que funcionan día y noche no dejaron de hacerlo. Y desde El Cairo, Denisse Abudinén es quien dirige atentamente la operación.

Esta es su historia. 

No haciendo PPT

Abudinén no tenía ninguna vinculación con la estatal ni por familia ni porque alguien haya trabajado en la industria de la refinación o de la explotación de gas o crudo. Simplemente terminó de estudiar Ingeniería Civil Industrial en la Universidad Católica y postuló a varios trabajos. Quedó en dos y eligió Enap, en el área exploración y producción. Era 2007.

Dice que fue la complejidad lo que le llamó la atención. “Me gustaba la parte internacional de Enap, porque era súper entretenido evaluar proyectos en distintos países, con toda la cosa política en cada país, en una industria con distintos contratos y con proyectos muy complejos a diferencia de otras industrias”, cuenta. 

Al inicio no fue fácil, recuerda. “Soy desesperada, me gusta hacerlo todo para ayer, quería evaluar un proyecto de inmediato, quería hacerlo todo. Y me decían que esto toma tiempo, yo trabajaba con gente que llevaba 20 años haciendo lo mismo. Me costó ganarme el espacio y que no me vieran como la niña chica”.

Cuando llevaba poco más de tres años, ayudó a negociar los nuevos contratos en Ecuador. “Muchos de mis excompañeros todavía estaban haciendo presentaciones aburridas, yo estaba negociando un contrato millonario internacional”, dice seguida de una risa contagiosa. 

Luego se fue a Londres a estudiar un master y pensó que no iba a volver, pero se hicieron cambios de estructura en Enap y llegó un ex British Petroleum como jefe, quien le ofreció volver a la gerencia de exploración y planeamiento. Estuvo tres años y de ahí saltó a la gerencia corporativa de planeamiento corporativo, y vio otros negocios como refinería y participó de los directorios. 

La consultora global McKinsey la reclutó para el área de energía para Latinoamérica. Y se mudó a México. Pero en octubre de 2018 volvió a Enap, esta vez a hacerse cargo del segmento exploración y producción.

Fue en plena pandemia, en mayo de 2021, cuando se abrió la posibilidad de irse a Egipto, porque la persona a cargo de El Cairo jubilaba, y ella levantó la mano. “Egipto me atraía, me había tocado venir varias veces por trabajo, porque estaba a cargo de Egipto desde Chile, y encontraba que el desafío era interesante, es un país culturalmente muy distinto, se habla otro idioma y es desarrollado en la industria del petróleo”, explica.

Desde allá se hace cargo de todas las exploraciones y explotaciones de Enap Sipetrol. La distancia y el trabajo remoto nunca han sido un tema, porque siempre sus equipos estuvieron en Egipto, Ecuador, Argentina y Magallanes, nunca en Santiago.  

Cuenta que cuando sus cercanos supieron que se iba al otro lado del mundo, reaccionaron mucho mejor que cuando dijo que se iba a México, que lo encontraban muy peligroso. Sobre Egipto algunos le decían que era espectacular el desafío, y otros cuestionaron su decisión. “Me preguntaban qué me fumé, que cómo me iba a ir a un país machista y sola, con tanta diferencia cultural”. 

En Egipto debe relacionarse mucho con las autoridades de gobierno, en particular con el Ministerio de Hidrocarburos y la General Petroleum Company (GPC), que es la entidad que regula todo. “Acá es muy importante que te reconozcan, y aquí lo hacen por las canas o por validación. Yo venía con dos negativas, no tengo canas y me imaginé que por ser mujer no me iban a tomar en cuenta”, recuerda. 

Buscando más mercados

Por ahora, están diseñando todo y en las primeras fases de exploración en Egipto del nuevo bloque. La idea es producir el otro año y creen que hay buenas perspectivas porque hay otros pozos alrededor que ya son productivos.

“El foco es seguir invirtiendo en los tres países, con especial foco en Ecuador y Egipto. Y también explorar países donde no estamos”, cuenta, aunque dice que no tienen una lista corta de países aún, están mirando en qué lugares van a poner sus fichas. Los filtros para seleccionarlos es que tengan un mercado líquido, es decir que se pueda entrar a explorar crudo en tierra y no en mar, porque es muy costoso, y que haya empresas de todos los tamaños y no sólo los más grandes de la industria, para que Enap tenga oportunidad. 

Podrían ser países en Latinoamérica o en el Medio Oriente y norte de África. “Siempre lo más obvio es crecer donde uno ya está, que es lo que estamos haciendo, pero estamos mirando otras alternativas para expandir el negocio, porque este ha sido un muy buen negocio para Enap. El año pasado el resultado antes de impuestos fue de US$ 189 millones, el más alto de 12 años”, dice. Todas las inversiones que ha hecho la empresa se han autofinanciado, sin pedirle nada extra a la matriz. 

Sobre los altos cuestionamientos medioambientales que recibe la industria de los combustibles fósiles de los cuales Enap Sipetrol es parte, Abudinén responde.

“Primero, cumplimos todos los requisitos medioambientales donde estamos, eso para partir. Además tenemos distintas iniciativas para reducir la emisión, como generar la electricidad con gas y no diésel, en Egipto vamos a tener un yacimiento alimentado con gas pero sin quemar. Y en el nuevo bloque está rodeado por turbinas eólicas, por lo que esperamos usarlas en las operaciones”. 

Y agrega: “Se quiera o no, el hidrocarburo se necesita. No se ve que exista una capacidad para decir ‘vámonos mañana a cero producción de hidrocarburo’. Esta transición energética demostró que va a tomar más tiempo, sobre todo después del conflicto Rusia-Ucrania. La transición energética se va a hacer, pero va a tomar más tiempo. Y hoy no existe una capacidad de oferta de renovables para reemplazar la demanda que existe de hidrocarburos. Por eso Enap, por ejemplo, está en proyectos de hidrógeno verde en Chile”, responde, justo antes de seguir sus reuniones con los otros países donde operan y que los pozos petroleros de Enap no dejen de producir los 41 mil barriles al día.

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